jueves, 9 de junio de 2011

“Aparece, como la tempestad, desaparece como el torbellino”

Eliseo ve como Elias es llevado en un torbellino.


A diferencia de otros hombres de Dios, de este no se mencionó sus orígenes y el método por el cual Él lo escogió y lo hizo su porta voz. Pareciera ser que lo importante de él no seria el cómo llego si no el cómo tuvo que irse.

 Un hombre con el coraje y el corazón como cualquiera pero aun asi difícil de compararle, fue reservado y preparado para la era más corrupta, un mundo donde la maldad era venerada y la fuerza de bondad que aun persistía   seria exterminada de forma cruel.

¿Solo un hombre contra una nación perdida repleta de maldad? No, solo un hombre que obedeció al dios viviente y potente; testigo de la redención y evidente poder divino que destruyo la maldad de todo un reino.

Un profeta muestra milagros nunca antes vistos en la tierra y a pesar de ser  perseguido por el miedo y la soledad de la peligrosa misión que debía cumplir, el  cuidado y alimento que lo mantuvieron a salvo asi también era un auténtico milagro demostraba el amor de su Dios.

¿Solo uno alborota y pone de cabeza a Israel o el pueblo simplemente recibe lo que sembro?
¿Una persona que derrota un ejército enemigo con fuego que cae desde el cielo tiene temor y huye?

Una historia de autentico valor y sentido del deber  por la transformación de las personas, un ejemplo de que la bondad no es poderosa por cantidad si no por intensidad. Como si fuese la estrategia mas tactica de una de guerra para doblegar un país; reduciendo sus provisiones poniendo en duda sus creencias preparando un buen rey para gobernar, todo y mas con solo un hombre sin armas. Este es Elias tisbita.





Conoce a detalle de la historia, lo que te muestro no es mas que la superficie de un mar lleno de vida.
(1 Reyes caps 17, 18) 

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